(Artículo publicado en Interactiva Digital -marzo 2001)
Entendiendo el multimedia como la unión de diversos medios que pueden llegar a actuar de forma simultánea sobre todos nuestros sentidos: olfato, tacto, oído, vista y gusto, concluiremos que el multimedia es, en definitiva, una experiencia sensitiva inherente al ser humano y que despierta en él distintos sentimientos. Sí, el ser humano es un animal multimedia y, además, lo es de toda la vida. Bajo esta óptica, el multimedia es desde una danza tribal que combine fuego, baile, canto y pinturas, hasta el teatro, ya que se conjuga espectáculo visual y sonido. No pasaba lo mismo con la radio o el cine mudo, donde sólo convergía un medio. En el caso del cine, el devenir sonoro adquiere el carácter de multimedia.
A los inicios de la edad moderna, pioneros cubistas como Picasso, Braque y Gris extendieron los límites de la pintura creando collages, incorporando nuevos tipos de papel, espejos, fotografías, etc. En los 60 el arte pop optó con frecuencia por imágenes televisivas, fotografías y películas. Por ejemplo, Andy Warhol repitió de forma secuencial imágenes denominándolas “series animadas de Eadweard Muybrigde” (en memoria del fotógrafo del siglo XIX que usó el medio para describir el movimiento). Hoy el arte multimedia toma formas diversas, con exposiciones donde el espectador se convierte también en actor integrándose en la obra, bien observando y navegando por aplicaciones artísticas interactivas, reflejándose en combinaciones de espejos o manipulando una performance con ayuda de sistemas mecánicos e informáticos. En esta línea podemos destacar el trabajo de Marcel-lí Atunez (www.marcel-li.com) y su espectáculo Afasia (www.mecad.org/afasia) donde gracias a interfaces corporales interactúan actor, espectador y robots.
La dimensión multimedia
Pero con la hegemonía de la informática en nuestra sociedad, el ordenador es ya un electrodoméstico más en el hogar y una herramienta de trabajo indispensable en la oficina. La dimensión multimedia implica un nuevo lenguaje para una nueva cultura, heredera directa del espectáculo audiovisual que hoy nos invade con miles de impactos publicitarios, culturales, informativos y de ocio. Esta cultura evoluciona hoy hacia el multimedia gracias al avance de las Tecnologías de la Información. Así, multimedia es la convergencia de medios de comunicación, informática, telecomunicaciones e interactividad. Pero la característica que lo hace apasionante y lo diferencia de los medios tradicionales como la radio, la televisión o el vídeo es la interactividad, donde personas y dispositivos electrónicos interactúan: cuando la persona realiza una acción, la máquina responde. El grado máximo de interactividad sería poder comunicarse con una máquina mediante todos los sentidos humanos, como sucede en la comunicación interpersonal.
Actualmente los medios tradicionales también buscan su adaptación a la interactividad, tal es el caso de las plataformas de televisión digital, las emisoras de radio que emiten utilizando Internet o el caso de las películas en DVD que ofrecen al espectador la posibilidad de escoger idioma o incluso entre varios finales para una misma película.
En definitiva, hoy asimilamos multimedia como adjetivo de tecnologías, productos y formas de narrar.
Donde la interacción usuario/aplicación toma un protagonismo hasta hora inusual en los otros medios.
Estamos pues ante una nueva dimensión mediática con enormes posibilidades creativas, una dimensión tecnológica que va a integrarse en los medios tradicionales posibilitándoles nuevas formas de difusión, tal es el caso del cine y la radio distribuidos mediante tecnologías propias de Internet.
Ante estos retos el papel del guionista multimedia es fundamental ya que el guión multimedia es método, es herramienta y directriz a seguir. Es el elemento inicial de la producción, es la directriz para la dirección técnica, es una guía para los implementadores y fuente pa-ra fijar el presupuesto.
Pero, ¿cómo es el guión de un producto multimedia ? El guión de un producto interactivo debe servir para varios objetivos, así vamos a tener varios documentos que en su conjunto van a establecer el guión multimedia:
?EUR? Lo primero será detallar la idea o el argumento que es la base para todo guión.
?EUR? En la sinopsis reflejaremos de forma escueta en qué consiste la aplicación.
?EUR? El índice de contenidos va a ser, precisamente, la relación de los contenidos de la aplicación.
?EUR? El Diagrama de Flujo va a reflejar la arquitectura de la aplicación y todos los posibles flujos que en su navegación se puedan generar.
?EUR? El Storyboard de un interactivo es esencial para elaborar un buen producto multimedia, se asemeja al de una película o un spot, pe-ro el destinado a los interactivos detalla pantalla a pantalla los elementos que intervienen en ella y, lo que es más importante, detalla las interacciones que se puedan producir.
El storyboard es una herramienta dinámica que va a sufrir variaciones a lo largo del proceso de producción.
Los storyboards multimedia pueden tomar diversas formas en función del proyecto. El storyboard es una guía y va a variar a lo lar-go del proceso de producción del interactivo. Es decir, es una herramienta de trabajo dinámica, cambiante. Por ejemplo, una animaci-ón inicialmente prevista puede variar ya que se observa que existe una opción mejor. El storyboard expresa todo lo que puede ser vis-to, oído o experimentado por parte del usuario final de la aplicación multimedia. Debe contener todas las especificaciones necesarias. Se trata de plasmar de forma gráfica la estructura de los contenidos y sus interacciones, sirviendo de guía y de punto de referencia para todo el equipo, incluido el cliente.
Puede parecer en algunas ocasiones que sea innecesario elaborar un storyboard. Si la aplicación es sencilla, ¿para qué perder el tiempo en un storyboard? Pero tanto en una película, un spot, un DVD, un sitio web… es esencial una buena planificación. Y, por tanto, es imprescindible que un buen guionista elabore un buen storyboard multimedia.